¿Gran Googlermano?

Hace unos días, he tenido la oportunidad de ver un documental, en el que se trataba el tema de la protección de datos de los usuarios de internet, por parte de Google. En él, se informaba de que las búsquedas quedaban almacenadas de una manera indefinida pero, para tranquilidad del usuario, éstas se empleaban únicamente con la finalidad de mejorar la experiencia de los cibernautas.

Por una parte, resulta ciertamente inquietante el hecho de que una empresa privada almacene los datos de tus búsquedas, no por un período determinado, sino de manera vitalicia. Sin embargo, es esa condición, la de empresa privada, la que le permite hacerlo sin lugar a reproches. Como usuarios, somos libres de elegir usar un buscador u otro; si no estamos de acuerdo con la política de privacidad que actualmente ejerce Google, podemos buscar información en Terra o Lycos (por poner un ejemplo). No obstante, Google se ha apresurado a informar de que el almacenamiento de dicha información, no tiene otro fin que el de mejorar y ajustar cada vez más las búsquedas que los usuarios realizan.

En definitiva, a ninguno nos gusta que toda nuestra la información quede almacenada indefinidamente, pero si la política de la empresa se mantiene como hasta la fecha y a dicha información no se le da otros usos (como por ejemplo, la venta de ficheros de datos a otras empresas), la experiencia para los usuarios mejorará notablemente (algo que todo cibernauta agradecerá).

La publicidad del futuro

El pasado día dos de Octubre tuve la oportunidad de leer un artículo en la edición digital del diario El País, en el que se hablaba de la publicidad del futuro. En él, se hacía mención a un término que hasta la fecha desconocía: el Digital Signage. El Digital Signage es la manera anglosajona de denominar a la Señalización Digital, y que hace referencia a la tendencia cada vez más cercana en el tiempo de dejar a un lado los carteles publicitarios tradicionales, para pasar a reproducir en pantallas de Plasma, LCD o LED todo lo que anteriormente se tenía que plasmar en un simple papel. Este hecho, bastante innovador de por sí (aunque, como vemos en la foto del Times Square (os dejo el link de donde la encontré), más que real), cobra tintes extremadamente futuristas si tenemos en cuenta que esa publicidad "en movimiento" va a poder ser personalizada.

En el artículo se afirma que "se posee la tecnología, pero falta la creatividad". No obstante, yo creo que el hombre va siempre un paso por detrás de la tecnología (a pesar de haber sido creada por él mismo), puesto que las sociedades en general necesitan un tiempo para asimilar los cambios que en ellas se producen (entre ellos los tecnológicos). Me surge, por ello, la duda de si tal grado de personalización en la publicidad no abrumará a los potenciales clientes... Lo bueno de la publicidad en la actualidad es que "está ahí", quieta, esperando simplemente ser mirada. El Digital Signage, por contra, pretende conocer a su cliente potencial (sin saber si el cliente lo desea) y, atendiendo a ello, ofrecerle lo que unos directores de márketing creen que va a gustarle más por ser de una raza o sexo determinados.

No me cabe la menor duda de que este nuevo tipo de publicidad traerá aspectos positivos tanto a clientes, como a empresas, pero también creo que, como en todo, necesitará un proceso de amoldamiento a las sociedades. A día de hoy, no sé si me gustaría encontrarme con este tipo de publicidad en las calles... todavía.