B2B: El nuevo comercio entre negocios

Las siglas B2B (Business to Business) es la nomenclatura moderna que hace referencia al comercio que se realiza entre las empresas. No obstante, este comercio tiene una peculiaridad, que es el soporte a través del cual se realiza: la red. 


Así pues, al igual que existe una relación empresa- consumidor (Business to Consumer; B2C), o de igual modo que existe una relación entre la organización y sus empleados (Business to Employee; B2E), también está constituida una manera en que las distintas empresas pueden ponerse en contacto para desarrollar su actividad, el B2B. De esta forma, el comercio electrónico entre empresas puede facilitar de un modo considerable las labores de aprovisionamiento (en el caso de tratar con proveedores), o bien de venta al cliente (siempre que éste no sea el consumidor final).  Así, las funciones que este tipo de comercio abarca van desde el envío de presupuestos, facturas o simples pedidos, hasta la efectiva realización de transacciones de bienes o servicios (con sus respectivos pagos efectuados también a través de la red).

No obstante, para facilitar en un mayor grado la búsqueda de estas empresas, se han creado portales temáticos que agrupan organizaciones empleadas en actividades similares, de manera que cuando deseemos  buscar información acerca de empresas de un determinado sector, en lugar de buscarla en un portal generalista como es Google, será recomendable acudir a uno temático, especializado en aquello que estamos buscando. Además, pequeñas empresas con reducido poder de negociación pueden obtener un alto beneficio afiliándose a estos portales, puesto que su peso específico se verá incrementado, consecuencia  de las alianzas con otras empresas del sector (algo similar a las Centrales Nacionales de Compra). 

Sin embargo, las ventajas no finalizan aquí. Así pues, es de suponer que los costes se reducirán notablemente, consecuencia de la informatización de infinidad de procesos, eliminación de intermediarios, desaparición o decremento de gastos en soportes físicos... etcétera (hecho, que a su vez, incrementará la rapidez y fluidez del servicio). De esta manera, bien podríamos reducir costes, bien podríamos incrementar nuestro margen de beneficios. Por otro lado, el mercado ya no es el lugar físico donde esté nuestra tienda o nuestra sede, sino que es el mundo en su totalidad (eliminación de fronteras políticas). Este hecho, que es a priori positivo, también tiene su parte negativa, puesto que de igual modo que nosotros podemos acceder a cualquier cliente (negocio) con conexión a internet en el mundo, cualquier otro negocio que en condiciones normales no era competencia nuestra, tiene ahora la posibilidad de optar también a serlo. Por si todo ello fuese poco, con este modelo de negocio podemos incurrir en una deshumanización del comercio, puesto que ya no hay un "cara-cara" entre las organizaciones negociantes, sino que todo es mucho más automatizado y frío.

De cualquier manera, bajo mi punto de vista los pros del B2B superan con creces a los contras. Parece que por fin podemos, si no llegar a aquel ideal de mercado perfecto, sí acercarnos, puesto que ahora muchas empresas negocian con otras muchas empresas, el poder no está tan centralizado en grandes empresas, la transacción es mucho más rápida, y además sus costes será presumiblemente reducidos. Lo único que falta por comprobar es si estos beneficios serán trasladados también al cliente o, por el contrario, las empresas emplearán esta reducción de costes para aumentar su margen de beneficios... ¡La solución a la respuesta no está tan lejos!

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